Todo lo relatado, es real.
Aquella mañana de domingo, fui como de costumbre a la pista de vuelo, pero aquel día no había actividad en el aeródromo, por lo que me encontraba solo.
Había estado volando, recogí todo para marcharme, pero me apetecía dar un paseo por la pista, disfrutando de un bonito día, frió y soleado.
Fue entonces cuando el sonido del motor de un avión, llamo mi atención, mire al horizonte y allí estaba aproximando se a la pista, por la altura a la que se acercaba, vi que no era su intención la de tomar tierra.
Efectivamente solo hicieron una pasada baja, saludando cordialmente con sus manos, en el avión viajaban dos personas, piloto y copiloto, una vez terminado el vuelo bajo y su saludo, el motor acelero de nuevo para tomar velocidad y ganar altura.
Yo entonces decido finalizar mi paseo y marcharme, no había llegado a mi vehículo , cuando vuelvo a oír de nuevo el sonido del motor, estaban volviendo, por lo que decidí esperar, en esta ocasión su maniobra indicaba que tomarían tierra.
Me aparte de la pista, para no correr riesgo y por supuesto, no ser un obstáculo para su maniobra, una vez terminado el descenso y ya en la cabecera de la pista, observo algo extraño, la maniobra no era buena, por lo que deciden abortar el aterrizaje, aceleran el motor al máximo, pero era tarde, el avión no conseguía levantar el vuelo.
Yo con pavor observo, intuyendo lo que podía ocurrir, sentía impotencia de no poder hacer nada para evitar, lo que ya era inevitable, el avión se estrello con una violencia brutal.
Sin pensarlo ni un segundo, corro lo mas rápido que puedo hacia el avión, a la vez que corría la adrenalina me subía igual que el miedo, por lo que podía encontrarme.
Nada mas llegar veo que la situación es complicada, no podía buscar ayuda tenía que hacer lo que fuese, pero yo solo, para sacarlos de la cabina.
El piloto estaba inconsciente, el copiloto consciente a pesar de las múltiples heridas, intento tranquilizarlo, el avión a quedado del revés.
Motivo por el que se desorienta aun mas, me desespero cuando veo la cantidad de gasolina que esta saliendo, tenía que sacarlos rápidamente.
El peligro de incendio era muy alto, con una fuerza que no se de donde saque, conseguí retirar las puertas, me introduzco en la cabina y libero del cinturón al copiloto, dejándolo caer sobre mi espalda, con toda precaución para no dañarle aun mas, consigo retirarlo del lugar.
Vuelvo a por el piloto, veo por donde esta saliendo la gasolina, corro a buscar algo que me ayude a tapar la fuga, arranco una rama a un olivo, con ella hago un tapón y consigo disminuirla, eso me tranquiliza un poco.
Pero ahora hay que sacarlo a el, vuelvo a entrar, pero el hueco es menor, introduzco mi hombro debajo de su pecho, suelto el cinturón y una vez sobre mi espalda, voy de rodillas hacia a tras hasta estar fuera, me alejo y lo tumbo con mucho cuidado, esta muy herido.
Corro hacia mi coche a por el botiquín a la vez que llamo al 112, cuando llego para tranquilidad mía, veo que esta recuperando el conocimiento, le hablo continuamente y va reaccionando lentamente, empiezo a limpiar algunas de sus heridas, cuando oigo con alegría, el sonido de las sirenas de las ambulancias, les digo ya están aquí tranquilos.
Cuando fueron atendidos y trasladados al hospital , empece a tranquilizarme, he de reconocer que según pasaban los minutos, y era consciente de lo acontecido mas débil me sentía, hasta que me derrumbe rompiendo ha llorar, por la intensidad de lo vivido.
Todo empezó a las 12 de la mañana, no supe de ellos hasta pasadas la 4 de la tarde, cuando su propia familia, que se había desplazado desde su ciudad, me explicaron la magnitud de sus lesiones, a la vez que me abrazaban y según sus propias palabras, decían no sabemos como darte las gracias, los dos han nacido de nuevo.
Creo que hice lo que debía, aunque hay momentos que marcan tu vida, en este caso con final feliz.
Desde aquel día, nació una amistad que perdurara toda la vida.
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